El club relata que su gestión perjudicó social y económicamente a la entidad
Noches ajetreadas las del lunes y el martes, en la sede el Atlético Deportivo Linares. A última hora se supo que Francisco Romera había sido cesado, por mayoría de votos y una abstención, del cargo de presidente de la junta directiva provisional del club azulillo.
Será Pedro Sáez, hasta la fecha vicepresidente y encargado de las relaciones con la prensa, quien ocupe el cargo hasta la asamblea general de socios en la que se constituirá, como se anunció en verano, la nueva directiva oficial del club minero. Juan Callejas pasa a ser vicepresidente y Antonio Fernández el portavoz.
En esa asamblea que tendrá lugar antes de que acabe la actual temporada, también se elegirá si se mantiene el nombre de Atlético Deportivo o se cambia por otra denominación.
La crítica
El club ha mostrado en un comunicado su malestar por las declaraciones de ayer de Romera, donde aseguraba desconocer los motivos de su cese y reclamaba que la votación no se hizo en su presencia.
Cita el escrito que «la trayectoria en el cargo del presidente no ha sido la más satisfactoria, perjudicando en lo social y lo económico en diferentes ocasiones. A modo de ejemplo, recibió una serie de donativos económicos de una empresa linarense para la entidad, que Francisco Romera recepcionó en nombre del club, sin que hayan llegado a las arcas del Linares». Estos hechos, ha podido saber IDEAL, se sucedieron el mes pasado.
Voluntad
La directiva suscribe en un documento donde se destaca la voluntad de trabajar por el fútbol linarense y la provisionalidad de esta directiva formada por conocidos aficionados y peñistas que «en aras a velar por el mejor destino del club, nos vimos obligados a censurar su gestión, dándole la posibilidad de salir dignamente mediante su dimisión, a lo que él se negó rotunda y agresivamente, obligándonos al cese mediante por votación, siempre en su presencia. Abandonó la sede social vertiendo amenazas a los presentes».
De la misma manera, desde la entidad azulilla se mantiene que no era su intención crear polémica con la decisión, pero se considera indispensable para aclarar la situación y posteriores declaraciones del ahora expresidente.